lunes, 28 de marzo de 2011

Comparaciones: las mujeres desdeñosas



Mujer desdeñosa,
una pintura de Egon Schiele

Garabateado primero y posteriormente coloreado hace cien años por el pintor austríaco Egon "quién me conoce" Schiele. (Técnica: materiales tan vulgares como acuarela y carbonilla.)

Todavía sin nombre,
un relieve de Natalia Coppa

Traído a este mundo desde los cielos hace unos pocos meses por el titán latinoamericano Natalia Soledad Coppa Angelini. (Técnica: forjado con la arcilla de que Dios hizo al hombre y pasado luego a noble cemento.)

miércoles, 23 de marzo de 2011

Sobre el rótulo y el espantapájaros

Recuerdo una discusión de hace un par de años. Partía de un interrogante más o menos sencillo: si una pintura u otro tipo de obra plástica incorpora letras y/o palabras como elementos visuales, ¿es aunque sea en parte una obra literaria? Yo afirmaba que sí y alguien me decía que no, aunque probablemente la respuesta adecuada hubiera sido "qué mierda me importa".


Rótulo de Xul Solar

No podemos deshacernos de las categorías, son imprescindibles para pensar, pero sí podemos inventar nuevas categorías para resolver problemas que las viejas no pueden. Nos acostumbramos a pensar las doctrinas artísticas como países o provincias, sectores delimitados de un terreno. Entonces creemos que la diferencia entre la pintura y la literatura, por ejemplo, es una raya en el suelo, pasada la cual está la literatura y detrás de la cual está la pintura. Queremos resolver problemas nuevos con metáforas antiguas. Somos miles y miles tratando de construir un ordenador de punta con herramientas de siglos de edad.
Yo quiero pensarlo de otra manera, no sé exactamente cuál. Mejor todavía: quiero empezar a buscar cómo pensarlo, con qué sistema o con qué metáfora. Hoy, una obra de arte es un pedazo de masa y al crearla debemos decidir si la ponemos en la cajita de la música o en la cajita de la poesía. Mañana podrá ser una comida, y la escultura o la historieta meros ingredientes que vamos poniendo en la medida que nos sale. O quizá la obra sea una persona situada en un camino entre, no sé, la novela y los videojuegos, y haya que decidir en qué punta del camino situarse, o si justo a la mitad, o si más cerca de un extremo que del otro, y cuán cerca.


Espantapájaros de Oliverio Girondo

Xul Solar pintaba y Oliverio Girondo escribía. Pero Xul Solar puso palabras en sus pinturas y Girondo puso imágenes en sus poemas. Pero Xul Solar escribía con sus imágenes y Girondo dibujaba con sus palabras.

sábado, 19 de marzo de 2011

El péndulo y el Meca

Hace unos días sostuve que CODEAR "Perón" (ya saben, ¿no?, el concurso de videojuegos con temática peronesca) iba flojo. Y puede que entonces fuera cierto, pero ahora tenemos...

El auge y la caída de Meca-Perón
de Santiago Martín Vilar, Fernando Martínez Herrera y Nicolás Viegas Palermo
¡Oh, no! ¡Un grupo de científicos locos peronistas japoneses (imagínense el tiempo que me tomó ordenar bien esos adjetivos) construyeron un gigantesco Meca-Perón que, una vez vuelto loco y rebelado contra sus creadores (como es natural que suceda), decide destruir Tokio!
O quizá, mejor puesto: "¡Oh, no! ¡Sos un gigantesco Meca-Perón y un montón de aviones y lanzamisiles quieren fastidiar tus perfectamente legítimos deseos de destruir Tokio!". Ratón para disparar los rayos oculares, Z para disparar el misil-mano.

Evita y Perón contra los gorilas
de Diego Essaya, Fabián García y Leandro Casadei
De este ya dije, así que por el momento sólo tengo que rectificar que lo que afirmé que eran escudos nacionales en el juego (posiblemente por la baja resolución y mi falta de atención) son en verdad escudos justicialistas.

El péndulo peronauta
de Tomás Glasman
El más histórico de los que se presentaron hasta ahora. En lo que es posiblemente una de las sátiras más ácidas y tristemente reales del peronismo, el jugador toma el lugar de Perón (en un universo paralelo en que fracasó la Libertadora) tratando de perpetuarse en el poder contentando a los sectores más variopintos del movimiento.
Operando a discreción desde la Casa Rosada, la unidad básica (luego cuartel general del peronismo de izquierda) y el Departamento de Trabajo (luego Ministerio), Perón debe mantener su intención de voto en el sector obrero, en las organizaciones armadas peronistas, en el sector empresarial y en la burocracia (implícitamente) sindical. El juego continúa indefinidamente hasta que el jugador es derrocado o pierde una elección.

Así que eso nada más. Ah, y mañana se cierra la inscripción y empiezan las votaciones.

(Nota del 20 de marzo: Actualicé los enlaces a las nuevas versiones y versiones finales de los juegos. Ah, y también les dejo Mejor que zozobre y no que fafalte, Revancha Zombie: unidos o dominados y Perón Rising: Choripán Commando, que fueron actualizados después de que escribiera esta entrada.)

miércoles, 16 de marzo de 2011

Evita y Perón contra los gorilas

Evita y Perón contra los gorilas por dessaya, granquesote y mateamargo
1. Manejar al zombi de Perón con las teclas W, A, S y D.
2. Recuperar tus manos perdidas, que están tiradas por ahí.
3. Eliminar a los gorilas apuntando con el ratón y disparando con clic.
4. Recolectar con clic a los trabajadores del campo que se usan como mano de obra esclava.
5. Llevarlos al camión con chori y coca para ir a Plaza de Mayo.
6. Recolectar los escudos nacionales que te dan salud y las Evitas que te ayudan a barrer el gorilaje.
CODEAR "Perón" va más flojo de lo que uno hubiera esperado, pero los pocos resultados que está dando son excelentes resultados. Si no fíjense en Mejor que zozobre y no que fafalte y en Revancha Zombie: unidos o dominados. Ninguno está terminado, pero todos prometen.

jueves, 10 de marzo de 2011

Manos huesudas

Esto quizá sea sorpresivo para muchos, pero yo aveces escribo. Últimamente estuve trabajando en un cuentito que empecé hace mucho, del que no me puedo declarar autor original en términos absolutos, que hasta el momento no tenía título pero ya casi sé que va a responder al nombre de Manos huesudas o, si mi orgullo castellano me lo permite, Bony hands. Y empieza más o menos así:
Ya no había piel ni músculos a que aferrarse. Todo el armatoste humano, antes olvidable u oculto, ahora ineludible, forzoso. Aquello escondido por costumbre de lo que apenas resulta familiar un par de incisivos o la disposición de unas vértebras, ahora en la superficie y a la vista de todos. Un puñado de falangetas frías, blancas como el sol, duras de lo seco, apretando o aflojando caprichosamente los tres pistones de una trompeta. Carpos y metacarpos acomodándose a la forma dulce u hostil de un arco de violín. El húmero incómodo dándole la bienvenida al volumen inconquistable de un guitarrón.
Eran cuatro esqueletos disfrazados de mariachi, con sus sombreros grandes y su ropa de colores, quietos como el silencio que manaba de sus cuatro instrumentos mudos, a la espera de nada, resueltos ya en su honorable y acaso eterno propósito de decorar mi escritorio. El más bajito de los cuatro tocaba un contrabajo, nunca entendí por qué. El más alto, el violinista, medía menos que el cigarrillo que Celso acababa de acomodar en el cenicero. [...]
Lindo, ¿no? Ya lo sé, a mí también me encanta. Aunque lo más seguro es que mañana cuando lo vuelva a leer me parezca una mierda. Eso me pasa, y creo que le pasa a muchos también. Por el momento me gusta esto que escribo. Ahora hay que ver si lo termino algún día.