sábado, 25 de diciembre de 2010

Un día muy

     Hoy es un día muy importante para todos. Puede que algunos me tomen por idiota, o que traten de adjudicarle a este día del año cierto cariz segregativo, que no tiene. Este día es un día de unidad, para que las personas de todas las ideologías y convicciones que saben amar y ser amadas, y que además lo disfrutan, sepan demostrarse ese cariño que sienten y que talvez cuesta manifestar durante el resto del año. Hoy es el día en que todos podemos reunirnos y celebrar un acontecimiento histórico de valor incalculable, un nacimiento como no hubo otro en la humanidad toda.
     Sí, lectores míos, adivinaron bien: hoy cumplo años. No, pará... Cumplí años ayer, el veinticuatro. ¿Hoy qué era? ¡Claro, hoy es el cumpleaños de mi padre! No, tampoco, mi viejo cumplió el veintitrés. Pero el veinticinco era algo importante, ¿no? ¡Ah, sí! ¡El cumpleaños de Hellboy, cómo me pude haber olvidado!
     Un día como hoy, hace sesenta y seis años, en las afueras de una iglesia inglesa, Anung Un Rama fue invocado a este mundo por el sombrío Rasputín, en un operativo financiado por Hitler pero que secretamente escondía objetivos mucho más destructivos de... Bueno, no me acuerdo toda la historia, pero va más o menos así.
     Aunque ahora que lo pienso, Hellboy nació un veintitrés también, así que su cumpleaños ya pasó. ¿No me habían dicho que el veinticinco pasaba algo? Bueno, ya está, seguro que no tenía importancia.

domingo, 19 de diciembre de 2010

Las lindas imperfecciones de Tim Minchin

Esto es lo que pasa cuando un australiano muy gracioso como Tim Minchin quiere hacer otra canción humorística de las suyas, le pifia, escribe una letra hermosa y todos terminamos llorando.

lunes, 13 de diciembre de 2010

Contradicción discursiva

Hice estas tres viñetas para representar algo que me pasó en la facultad este último cuatrimestre. Si bien todas se basan en hechos reales, cada una de las tres es menos estricta con la realidad que la que la antecede. Primero me pareció que tenía demasiado texto, después entendí que por eso mismo representa tan bien la situación universitaria y entonces lo dejé así como está.

martes, 7 de diciembre de 2010

Hoy voy a morir

¿Puede ser que nunca escriba sobre videojuegos en mi Cuaderno, siendo ellos uno de los grandes amores de mi vida? Hoy pongo a disposición de ustedes Today I die del argentino Daniel Benmergui (de ADVA). Si bien parece traducirse más literalmente a Hoy muero, lo traduzco a Hoy voy a morir porque es como aparece en esta traducción oficial al castellano, de lo que deduzco que es la que más se acerca a la intención original del autor.
Para los menos versados (es decir, los que invierten su tiempo en cosas más productivas, como Facebook) escribo unas breves instrucciones que por poco no arruinan la experiencia entera:
1. Todo el juego se completa utilizando única y exclusivamente el ratón, cliqueando cosas en pantalla y arrastrándolas por ahí. La mayoría de los elementos que se ven son sensibles al puntero.
2. El poema que aparece en pantalla puede ser modificado reemplazando sus palabras por otras que aparecen, y al modificarlo se va modificando el juego. Como jugador, eventualmente, tenés poder sólo sobre la última palabra de cada uno de los tres versos, que son respectivamente un adjetivo, un sustantivo y un verbo. Sólo puede reemplazarse una palabra por otra de su misma especie.
3. Para poder usar una palabra, ésta tiene que llegar a tener un color brillante (verde o amarillo), que por lo general se logra manteniéndola a salvo de determinado peligro durante determinada cantidad de tiempo.
No será la cosa más magistral del mundo, pero fue el primer videojuego en línea que me hizo respetar este formato, chiquito y pixelado, como un posible medio de expresión artística. La protagonista es una chica atada a una gran roca que se está hundiendo en las profundidades del mar. El juego se completa salvándola, y cerca del final hay más o menos una decisión que tomar, que conduce a uno u otro de los dos desenlaces posibles. Salvo para los que se rindan, los que se sientan verdaderamente frustrados y los fríos de corazón, es bastante difícil o bien imposible llegar al final sin un nudo en la garganta.

miércoles, 1 de diciembre de 2010

Me rindo

Me rindo. ¿Me escuchaste, madre? Tenías razón: el hombre canta bien. La canción es un asco, el video una ridiculez y todo junto una mercancía musical grande y gorda, pero el hombre sabe cantar, eso ya no te lo discuto.