martes, 30 de marzo de 2010

Y yo soy así, ¿viste?

Mi madre y mi novia y mucha gente más me dice que el chiste de la tableta no se entiende. Para mí es un chiste boludo pero transparente.

No lo voy a corregir porque yo soy así, ¿viste? Muy orgulloso y prefiero emperrarme en que así lo hice y así se queda. Así que eso, si no te gustó está bien, pero si no lo entendiste chupala.

Y en otro orden de cosas, el otro día vi Orlando. La mejor película del siglo, o una de las mejores. Hay que ignorar la canción final y cerrar los ojos como quince segundos cerca de los créditos, pero vale la pena.

viernes, 26 de marzo de 2010

Por amor al arte


Acá va un pequeño dibujo que hice sobre mi nueva tableta gráfica y la crisis emocional que está sufriendo mi ratón últimamente. Antes de volver a lo que fuera que estaba haciendo quisiera aclarar un par de cosas:

1) Sí, me compré una tableta gráfica. Es una Genius y la amo.
2) No, no tengo un pantalón verde.
3) No, los ratones electrónicos no hablan.
4) No, mi ratón no se vé como un pene gordo y gris.
5) No, mi tableta no emite un aura de luz amarilla, y menos mal.
6) Por supuesto que tengo un pantalón verde. ¿Por qué clase de imbécil me están tomando?

jueves, 25 de marzo de 2010

Según pasan los años

 Bueno gente, ya han pasado tres días desde que decidí comenzar este cuaderno. Mentiría si dijera que no siento que un ciclo concluye, que algo ha sucedido y que no puedo darle la espalda. Miro atrás y veo todo lo que hemos sobrevivido.

Recuerdo con cariño aquel lunes. Yo estaba nervioso y no sabía muy bien qué nombre debía llevar mi cuaderno. Finalmente lo decidí y lo creé instantáneamente. no me quise complicar mucho con la plantilla así que elegí la Minima. Me pareció la más austera de todas y me gustó. Me gusta lo sobrio. Escribí la primera entrada y me fui a dormir.

El martes fue toda una aventura. Yo, mi computadora e internet personalizando la apariencia del cuaderno por horas enteras. La programación no se me da mucho pero sí el inglés, de modo que abrí la edición HTML de la plantilla y me puse a buscar palabras clave que respondieran a mis necesidades. Cambié el ancho de las columnas, simplifiqué los colores y las fuentes. Me senté completamente determinado a no descansar hasta que me empezara a entrar el sueño.

Finalmente me entró, y luego fue miércoles. Ni siquiera miré este cuaderno el miércoles.

Y ahora estoy acá de vuelta, el monitor al frente, los dedos en el teclado, luego de tanto tiempo y después de haber vivido tanto. Pienso en cuánto perderíamos si cerrara este cuaderno mañana. Pienso en lo que sería de nosotros hoy, si yo hubiera decidido no abrirlo aquel legendario lunes. Pienso en todo lo que hemos recorrido y todo lo que todavía nos queda por recorrer.

Y nada, eso.

lunes, 22 de marzo de 2010

Como quien no quiere la cosa

Y así nomás doy principio a este cuaderno.

¿Estoy aburrido? Puede ser. ¿Tengo mejores cosas que hacer? Sin duda. ¿Pienso hacerlas? No, por algo estoy escribiendo esto. ¿Tengo tiempo? Paso (la pregunta me da escalofríos). ¿Tengo amigos? Si los tuviera no me estaría entrevistando a mí mismo como un nabo. ¿Pienso dejar de hacer lo que estoy haciendo? Por favor.