¿Mencioné alguna vez que me encanta Phineas y Ferb? En serio, llevo años mirando la tele con mi hermanita, y aunque somos hermanos —medio hermanos en realidad, como Phineas y Ferb— la mayoría de los programas que ella disfruta a mí me resultan execrables.
Hasta hace muy poco pensaba que la televisión infantil no tenía salvación, que todo en ella se estaba volviendo idiota y más idiota a cada segundo. Me sorprendió mucho encontrarme con una serie graciosa, inteligente, bien escrita y, de yapa, vice-protagonizada por mi animal no humano favorito.
Así que, honorables Dan Povenmire y Jeff Marsh, ¡yo los saludo!
Hasta hace muy poco pensaba que la televisión infantil no tenía salvación, que todo en ella se estaba volviendo idiota y más idiota a cada segundo. Me sorprendió mucho encontrarme con una serie graciosa, inteligente, bien escrita y, de yapa, vice-protagonizada por mi animal no humano favorito.
Así que, honorables Dan Povenmire y Jeff Marsh, ¡yo los saludo!
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