miércoles, 22 de septiembre de 2010

¡Adiós, hermano!


Te fuiste anteayer y todavía no me acostumbro al mundo sin vos. Tampoco me llego a acostumbrar a esta nueva modalidad de Capusotto de despedirse de sus personajes concluyendo sus respectivas historias. Y así como en su momento lloré la resignación definitiva de Jaime de las Mercedes Cárdenas y la disolución de Los Marrones, hoy lloro tu merecido ascenso, Jesús de Laferrere, seguro de morir esperando tu regreso.
No compartimos los gustos musicales pero compartimos esa confianza patética en la bondad humana. No compartimos la fe pero sí el humor. Te admiro, hermano periférico, te admiro y te lloro, desde hoy y para siempre.
Jesús hoy se toma el palo,
junto a su padre ya se va.
Deja el conurbano
y se empieza a elevar,
en el cielo rolinga...

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Aguante jesus de laferrere!!!

David T. Marchand dijo...

Aguante. Está bien que alguien exprese lo que todos están pensando. Después de todo ésta es, según Blogger, la entrada más visitada de mi Cuaderno.

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