martes, 14 de junio de 2011

Canales

Algunos lectores (en el sentido amplio de la palabra) encontramos cada tanto en ciertas obras de arte la expresión de pensamientos que nosotros mismos no supimos exteriorizar. Ésta es una de las funciones del arte, si bien no la única ni la más importante. En esto me hizo pensar Channels, de Graham Annable.



Estar triste es como andar en bicicleta: una vez que aprendiste podés seguir toda la vida, no importa cuánto tiempo pases sin hacerlo. Estar feliz es como tocar el piano: no importa cuánto lo practiques, cualquier descuido te puede deteriorar la técnica. Siéntanse libres ustedes de invertir la metáfora y volverla optimista. Bien puede ser que el dolor sea como tocar el piano y el placer como el ciclismo. Eso tienen los aforismos, que pueden afirmar cualquier cosa en cualquier circunstancia sonando igual de verídicos y siendo igual de inútiles. Dos cosas, sin embargo, permanecen irrefutables: nunca aprendí a andar en bicicleta ni a tocar el piano.

1 comentarios:

Natalia dijo...

Lamentablemente no lo puedo ver y me gustaría que lo veamos juntos.
Un abrazo.

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