Paso muy seguido por la Parroquia Santa María, que está ahí en Avenida La Plata y Venezuela. Siempre veía el reloj grande de metal que no me acuerdo si anda o no, y justo arriba el cartel que decía
No importa la hora...y que tenía, acompañando el texto, dos retratos muy bonitos de Cristo y María. Yo soy (y siempre fui) ateo, pero me gusta saber que no hay drama ni apuro, que el Señor ahí nomás me espera y que (parece) no está enojado. Porque si hay algo que me molesta es que me apuren. Pero resulta que el otro día sacaron el cartel, y cuando pasé vi por primera vez el otro cartel (que parece que siempre estuvo), el que está debajo del reloj de metal y que dice
el Señor te espera.
Ya es hora...y me enojé mucho, no sólo porque sentí que me estaban apurando, sino también porque la parroquia se estaba contradiciendo a sí misma. Si hay algo que me molesta es que alguien se contradiga a sí mismo. Y si me disculpan voy a dejar de escribir, porque ya va siendo hora de acercarme al Señor.
de acercarnos a Dios.
1 comentarios:
¡Todo mal! En la iglesia siempre dijo lo mismo y es lo último... siempre nos apuran. Vos estabas distraído y nunca te diste cuenta que delirabas, jamás dijo lo que decís que dijo. Y lo digo yo que hace 38 años que paso por esa esquina con el colectivo 26 casi siempre y con el 132 de vez en cuando. Irene, tu madre.
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